Antiguamente, allá por las primeras décadas del siglo pasado, cuando los tiempos y la economía eran otros, los maillots que vestían los corredores en muchos casos eran jerseys de lana a los que cosían un par de bolsillos en la parte frontal y trasera, donde poder llevar las manzanas o herramientas para poder sobrevivir a etapas de hasta 400km.
Había equipos, sí, sobre todo de marcas de bicicletas que también llevaban como patrocinador la marca de neumáticos que usaban, pero eran equipos pequeños, de pocos corredores, y era muy frecuente también que, en carreras como el Tour de Francia, participaran ciclistas isolés, o aislados en su traducción al castellano. Se apuntaban costeándose las pruebas de su propio bolsillo y por tanto, nadie les pagaba la indumentaria.
Encontrar maillots de época originales es muy complicado y sobre todo muy caro, pero con un poco de paciencia es muy fácil hacerse uno casero, con poco presupuesto. Solo hace falta un jersey de lana sin marcas ni colorines y unos retazos de tela. Con la típica máquina de coser de Barbie que todos tenemos en el armario (u otra cualquiera) se hace mucho más sencillo coser el patrón de los bosillos. Como en mi máquina de coser no cabía el grosor del jersey de lana, me tocó luego coserlos a mano sobre el jersey.
Yo quería hacerme uno de Alcyon, mítica marca de bicicletas francesa de principios del siglo XX, así que para las letras usé un trozo de fieltro color marrón. Cierto es que el color característico de Alcyon era el azul cielo, pero como no encontré ningún jersey de ese color en ningún mercadillo, me apañé con uno color marrón clarito. Combinándolo con otros tonos de marrón más oscuros en bolsillos y letras, queda bien elegante, y ¡a quién le importa que no fuera el color original, si es para mí!
Lo mejor es hacer las letras en un papel y recortarlas. Luego las pones en la tela que vayas a usar, fieltro en mi caso, y lo recortas. Después, con aguja e hilo lo coses al jersey, cuidando de que queden lo más rectas posibles.
Lo bueno de hacerte un maillot de este tipo es que tienes excusa para cualquier chapucilla que te salga… ¡que se supone que tiene ya 100 años! 😉