Este artículo esta pensado para compartir experiencias sobre algunos sitios conocidos de Copenhagen que aparecen en guías turisticas como LonelyPlanet o Rapha (esta última muy recomendable), pero sobretodo para conocer personas y lugares singulares de la capital danesa que son totalmente desconocidos y que para descubrirlos haciendo turismo es necesario montarse en una bici y jugar a pederse por la ciudad. En cada fotografia encontraras un pie de foto con su correspondiente descripción. Si estais interesadxs tambien disponemos de información más completa, planos y guías para que consulteis en nuestro taller. Esperamos que os guste.
Copenhagen, capital intergaláctica de la bicicleta.
El Reino de Dinamarca es un pequeño país situado al norte de Europa, conformado por islas y una pequeña península con frontera por tierra con Alemania. Su capital, Copenhagen, destaca por tener unos inviernos fríos y ventosos (más o menos como en Zaragoza), y unos veranos frescos (¡todo lo contrario que en Zaragoza!). En la Dinamarca continental no hay una sola miserable colina (en Groenlandia si que tienen hasta tresmiles) así que la dureza del pedaleo surge en los combates contra el viento, como nos ocurre en el valle del Ebro. Este país cuenta con una población inferior a 6 millones de personas, la gran mayoría vive en nucleos urbanos, y una cuarta parte del total danés vive en el área metropolitana de Copenhagen. Algo muy curioso sobre esta tierra y estas gentes es que, de acuerdo con los estudios, ¡son la población más feliz del mundo!
Entrando en materia de movilidad las cifras son impresionantes: el 35% de lxs trabajadorxs se desplazan hasta su puesto de trabajo en bicicleta. Y en el area urbana de Copenhagen esa cifra sube hasta el 55%. La mayoría de la gente en la capital va a currar en bici, en invierno y en verano, ¡incluso si nieva o llueve!
Durante los meses de invierno es habitual la nieve por lo que, debido a la cantidad de desplazamientos en bicicleta, las máquinas quita-nieve limpian en primer lugar las aceras para los peatones, en segundo lugar los mas de 350km de carriles y vías ciclables, y en tercer lugar la calzada. Esta gente tiene muy claras sus prioridades.
Tradición y cultura ciclista.
El gran papel que desempeña la bicicleta como medio de transporte en Dinamarca y sobre todo en Copenhagen no ha sido algo espontáneo ni casual. Se trata de una evolución de más de medio siglo marcada por crisis económicas, decisiones políticas valientes y una concienciación uniforme de toda la población. En los años 60, con la crisis del petroleo, se limitó el consumo de petróleo los fines de semana para toda la población. Durante la semana laboral se podía consumir combustible para ir al trabajo en automóvil, pero el fin de semana no. Así que los daneses cogieron sus bicicletas para hacer sus trayectos cotidianos los días de fiesta. Gracias a esta necesaria «imposición» del gobierno lxs ciudadanos se dieron cuenta de que con la bicicleta les bastaba y les sobraba para hacer su desplazamientos de entre 10 y 20km diarios, por lo que una vez devuelta la tranquilidad y libertad en el consumo de combustible, lxs inteligentes danesxs siguieron pedaleando más y más hasta la actualidad.
En estas tierras es habitual que la gente no viva en el centro de la ciudad sino en la periferia. Lo que aqui llamaríamos pueblos dormitorios o «el campo». Muchos de ellos estan conectados por trenes con la capital así que es frecuente que la gente tenga dos bicicletas urbanas. Una para ir de la puerta de su casa en el pueblo hasta la estacion de tren más cercana. y otra que le espera en el aparcabicis correspondiente de la estacion de tren del centro de la ciudad más cercana a su puesto de trabajo (Copenhagen ciudad tiene Metro 4 estaciones de tren que atraviesan la ciudad de norte a sur). Así, a pesar de que todos los trenes tiene su espacio habilitado para bicicletas con vagones específicos, no se ven dentro muchas bicicletas en los trayectos. La gente aparca su bici del pueblo en la estación, se sube al tren, baja y se pilla su segunda bici en la ciudad.
La bicicleta no solo es el elemento de transporte indispensable de los daneses sino todo un simbolo que es utilizado a diario en muchos ámbitos y sectores. La decoración de una de las callejuelas del legendario parque de atracciones Tivoli (con su montaña rusa más antigua de Europa), los pocos grafritis que se pueden ver por la ciudad, los letreros y carteles de comercios relacionados o no con la bicicleta, en escaparates de tiendas de ropa y de menaje del hogar, como piezas de museo, como reclamo y símbolo de la ciudad en jugeterías, o como imagen publicitaria de grandes firmas.
La cultura de la bicicleta esta presente en cada segundo vivido en Copenhagen. No parece ser una herramienta de revolución social ni estar intimamente ligada a las ideologías de izquierdas o al movimiento ecologista. Es algo que desde hace más de 50 años forma parte de la vida cotidiana de todas y todos los miembros de la sociedad danesa, independientemente de la edad, el estado de forma, el sexo o la clase social. Sentarte a las 5 de la tarde de un martes en un banco en mitad de un puente que une el centro de la ciudad con el barrio de Osterbro y fijarte en los estilos de ciclistas que circulan sin parar por delante de tus ojos es cuanto menos divertido. Un desfile de biciclistas con monturas de paseo en su mayoria, pero también de carreras, de montaña (muy pocas) y tricilos de carga. Todos con la postura erguida, determinación en su pedaleo y una sonrisa de oreja a oreja.
Pillar el tren para salir de la ciudad.
No solo Copenhagen tienen un sin fin de atractivos ciclistas. Gracias a la amplia red y frecuencias de trenes es muy recomendable subir a un ferrocarril para salir de la metropolis y pedalear por el «country-side» danés. Os recomendamos ir al oeste hasta un pueblecito llamado Roskilde donde, además de tener el museo vikingo, cuentas con una amplia red de ruta ciclables por tierra y «vías verdes» que te introduce de lleno en los campos, bosques y ríos de la zona. Con diversa y abundante fauna y todas las tonalidades de verde que puedan existir, escaparte a 70km de Copenghagen con una bici híbrida te puede ayudar a desconectar de la urbe. Y si lo que continuas buscando es modernidad, arquitectura, infraestructura y urbanismo, la opción de coger el tren internacional que cruza el mar a través de un super puente hasta a la ciudad sueca de Malmo, es otra divertida aventura para pasar el día.
Sitios que hay que visitar en la capital danesa si eres amante del ciclismo.
En Copenhagen hay un negocio ciclista en cada esquina de cada barrio. ¡Sin exagerar! Y en las guías y mapas gratuítos en los que se incluyen descripciones de los barrios o de las vías ciclables se hace referencia a algunos negocios ciclistas que molan pero que no son la panacea. Evidentemente si vas a Copenhagen visitarás el Poblado libre de Christiania pero si no tienes suerte o no dedicas tiempo a ello, a buscar, te perderás sitios increíbles como los que mencionamos a continuación. Si haces click en sus nombres entrarás directamenete en sus páginas web:
- Christiania Bikes: Situado en el barrio de Christianshavn, el poblado libre de Christiania lleva 45 años autogestionandose parcialmente al margen del estado danes. Y las bicicletas han sido una de las herramientas de revolución social para este proyecto que a día de hoy sigue firme ante el monstruo que lo rodea. En el corazón de Christiania encontramos la nave de los triciclos de carga Christiania-bikes. Si visitar el Poblado libre ya es una buena razón para visitar Copenhagen, entrar en la tienda de bicicletas y en la nave de ensablaje de las bicis es otra más. La producción de estas bici-cargo se desplazó a un pueblo en el campo y ahora llegan a la nave de Christiania los cuadros construídos y pendientes de montar para tenerminar las bicis y sacarlas al mercado. Incluso si preguntas te dejan probar una y ver si es lo que andas buscando.
- WeCycle – Café: Se trata de un pequeño local en el puro centro de la ciudad dedicado al buen café y a los artículos urbanos de alta gama (y por ende caros!). Es agradable parar un rato a tomar un espresso mientras curioseas libros y revistas como «Rouleur«. Tambien se dedican a la reparación integral o «restauración» de bicicletas en un espacio habilitado en el sótano. Unas cuantas joyas cuelgan de sus paredes y se respira un ambiente tranquilo.
- Hafnia Cyckler: Al norte del barrio de Norrebro, se trata de la tienda más brutal de la ciudad! En 50 metros cuadrados encuentras todo lo que necesitas. Cuadros de acero de carretera y de pista, italianos, ingleses, daneses. Repuestos modernos y mucho material antiguo tanto usado como a estrenar. Suelen recibir bicicletas clasicas de carretera y convertirlas a 3 velocidades con una rueda de buje interno y freno contrapedal (que tanto les gusta). Tambien venden bicicletas de segundamano, chichoneras, maillots, y unos mecanicos más majos que para que. Hasta tienen un expendedor en la fachada del local con cámaras de repuesto, desmontables, aceite, condones y pitillos! Hafnia rules y si te pasas a conocerlo lo confirmaras.
- Recycles: Esta es otra de las tiendas de bicicletas que tienes que visitar si o si! Se encuentra al sur del barrio de Vesterbro y cuenta con un amplio local dividido entre la tienda con una amplia seleccion de cuadros de acero y todo tipo de componentes y accesorios para bicicletas clásicas y urbanas y un taller preparado para cualquier tipo de reparación. En sus pasillos un sin fin de gavetas albergan todos los repuestos que te puedas imaginar. Y como no podía ser de otra manera van a ampliar el negocio alquilando el local de al lado para montar una cafetería ciclista. Si vas a conocer este sitio pregunta por «Claus» y te sentirás como en casa.
- Sorte Jernhest: Productor artesano de tricilos de carga, tiene su local en un escondido callejón del centro de Vesterbro. Lleva 30 años construyendo estas máquinas que se han convertido, junto con las Christiania-bikes, en una herramienta cotidiana de lxs ciclistas daneses. Produccion 100% artesanal bajo pedido, el precio de una de estas preciosidades ronda las 12.000 Coronas danesas (unos 1.500€). Tambien reproducen el diseño de la mítica bicicleta «dursley» actualizada al siglo XXI.
- Sogreni: Situada en el centro de la ciudad, se trata de una tienda taller presidida por una bandera de Cuba con la cara del Ché, regentada por un apasionado de la bicicleta que lleva mas de 35 años diseñando y produciendo sus propios timbres, guarda-barros, cubre-cadenas y parrillas, todas ellas con unas características muy particulares. Un centenar de cuadros de acero de diferentes diseños y medidas esperan ser pintados para montarse y salir a rodar por la ciudad.
- Copenhagen Cyklebors: La empresa más antigua de alquiler de bicicletas de toda Dinamarca. Un pequeño local centrico, junto al Parque del Rey. Dispone de una gran flota de bicicletas aparcadas todas ellas en la misma puerta de la calle. Por 90 coronas (unos 12€) te alquilas una bici todo el día, con caso y candado incluído. Tambien venden todo tipo de componentes y accesorios y reparan lo que les lleves. Y si te pones a rebuscar en alguna de las cestas de «zarrios» que tienen quizá puedas encontrar gorrillas antiguas o cintas del Banesto o del Rabobank, como nos pasó a nosotros!
- Stella Rossa Cykler: El taller especializado en restauración de bicicletas clásicas de Estefano (increíblemente el único de toda la ciudad) desde luego que no va a salir en las guías turisticas. Escondido en una calle residencial del barrio de Vestrebro (muy cerca de «Recycles») cuenta con una amplia seleccion de bicicletas antiguas, muchas de ellas destartaladas, y otras muy bien apañadas, todas ellas con componentes clásicos originales. Y es que este mecánico de Milán no cree que eliminar las piezas de una bicicleta para instalar cotras nuevas sea algo que a la bici le vaya a gustar, y de hecho a él tampoco. Si buscas maillots de lana antiguos made in Italy, guantes, recambios de Campagnolo o para bielas de chaveta, o simplemente una agradable conversacion con un amante revolucionario de la bicicleta este es tu sitio!
Esos es todo amigxs!!!
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