s la década de 1950, quizá de 1940, y en Zaragoza hay un taller dedicado al montaje y venta al por mayor de bicicletas llamado Blas Latre. Una familia compra en esta tienda una bicicleta Ráfaga de media carrera, la cual tras muchos años de uso, queda finalmente almacenada en un garaje en Calatayud. Muchas décadas después esta “Campeona de Aragón” cae en nuestras manos, las de Ciclofactoría, y pasa por nuestro taller de restauración para ser reconvertida en una bicicleta de carreras típica de los años 40 ó 50.
Esta marca de bicicletas aragonesa era realmente de origen vasco, como la mayoría de marcas nacionales de la época. Se fabricaban, según se cuenta y hemos podido comprobar gracias a las diferentes Ráfagas que han pasado por nuestro taller, en la fábrica de Orbea en Eibar, pero se comercializaban bajo la marca aragonesa Ráfaga, en la tienda zaragozana Blas Latre. Aunque siempre estamos al tanto, no hemos tenido la suerte todavía de poder conocer a ningún familiar, heredero o buen amigo de Blas Latre que nos pueda aportar más información al respecto. Sirva este artículo para hacer un llamamiento a este respecto.
Estamos seguros de que su antiguo dueño o dueña, e incluso el personal de la tienda Blas Latre, estarán orgullosos de la segunda vida que ha vivido esta singular bicicleta desde su renacimiento 70 u 80 años después de ser construida.
Ni más ni menos, esta Ráfaga participó en el documental de los hermanos Naya “Isole”, sobre José María Javierre y los pioneros del Tour de Francia. No es coetánea de la época recreada en el documental (1910), pero cumple con todos los requisitos para aparecer en un papel secundario. Este documental está en su fase de edición final y se prevé su presentación oficial en los eventos previos a la marcha cicloturista La Isolé, en Borau (Huesca) el próximo 6 de junio.
Además de para la recreación histórica de algo tan importante, esta bicicleta ha rodado en marchas cicloclásicas como La Monegrina y La Histórica, y en tantas otras salidas más, pasando a ser una de las favoritas de la colección de Ciclofactoria.
Un par de cambios y trabajos se hicieron durante la restauración para que esta bicicleta volviera a renacer. Se sustituyó el manillar por uno más abierto como se puede apreciar en las fotos (a caballo entre uno clásico de carretera y uno de gravel actual), típico de carretera de la época. Como de origen le faltaba el freno delantero, lo dejamos así hasta encontrar uno idéntico al original, el cual ya tenemos pero no aparece en las fotos. Además, radiamos la rueda trasera de nuevo, con llanta y radios nuevos, pero manteniendo el buje original, pues la suya no estaba en buen estado. Le quitamos los guardabarros y el portaequipajes trasero (que a veces le volvemos a instalar para algunas marchas) y así dejó de ser una bicicleta de media carrera, para convertirse en una bicicleta legendaria de carreras de los años 40-50 y seguir honrando a su nombre y su lema: La Campeón de Aragón.