Os presentamos el primer trabajo de este otoño 2022 que, por el resultado del mismo tanto estético como mecánico, nos ha encantado. A pesar de tratarse de vestir un cuadro clásico de acero, como es el Bianchi Vento 603 de la década de los 80, no diríamos que es un trabajo de restauración, si no una reconversión de una bici clásica a una «neo-retro».
Cuando hablamos de la restauración de una bicicleta, normalmente nos referimos a devolverla a su estado más parecido posible al original, pero en este trabajo, lo que buscamos es modernizar una bicicleta clásica con componentes actuales para actualizarla y poder hacer con ella el mismo uso que podríamos hacer con una nueva: en este caso, salir a rodar por carretera con las mismas prestaciones que una bicicleta de hoy en día, pero con el cuadro de acero (y con historia) heredado de algún familiar.
No se nos caen los anillos si admitimos en Ciclofactoria que a veces, a un comercio local y de barrio como nosotros, nos es imposible igualar los precios de venta que se pueden encontrar hoy en día en internet. Por eso, si alguien nos trae piezas y componentes comprados en otro negocio, no tenemos inconveniente ninguno en instalarlos.
Así fue el caso de este trabajo en el que el cliente, con buen conocimiento de causa y tras un buen estudio de compatibilidades, se compró todo un grupo Shimano 105 y unas ruedas Campagnolo Zonda con cubiertas Continental GP 5000 con banda crema, dándole ese toque clásico que tanto viste a este tipo de trabajos. Comprar en internet desde el sofá de casa tiene sus ventajas, si sabes bien de la materia pero también sus inconvenientes, si no conoces bien las medidas, tipos de rosca, anchuras de vainas, pasos de ruedas… por eso a veces es mejor delegar en tu tienda de confianza, pero si conoces bien los entresijos de la bicicleta, puede ser una buena forma de ahorrarte un pellizco.
En este caso todo salió rodado. Nuestro trabajo consistió en lo que suele ser más engorroso de hacer en casa y en lo que sí o sí, más vale que te lo haga un profesional: el montaje con puesta a punto. Desmontar dirección para limpiar y engrasar, sustituir pedalier original por uno moderno hollowtech y así montar todos los componentes nuevos consiguiendo una bicicleta -seguramente- única.
¿Por qué iba a estar reñido lo clásico con lo moderno? El resultado es una bicicleta de 10,160 kg para sentir el asfalto como antaño con los avances y la fiabilidad de los componentes de hoy en día.
¿Y tú, te animas a darle una segunda oportunidad a tu antigua bicicleta de carretera?