Parafraseando a la Ronda de Boltaña empezamos a hablar de nuestra última restauración, o quizas deberíamos decir reparación en profundidad!

Ramón Álias entró hace un mes por el taller con lo que parecían partes de bici envueltas en decenas de metros de «film», al más puro estilo «bocadillo para merendar» pero de 15 kg de peso. Había traído la antígua bici de la familia, la cual llevaba olvidada más de cuarenta años en el pueblo. Nos pidió que le hiciéramos un presupuesto de arreglo de la bici. Nosotros le dimos dos opciones.

La primera era una restauración intergal de la bici: desmontaje, decapado, pintado, cromado, repuestos nuevos necesarios y un largo y caro etcétera. Más o menos lo que hicimos hace unos meses con esta BH Especial: https://ciclofactoria.com/restauracion/restauracion-bh-especial/

La segunda opción fue una reparación en profundidad, o restauración de la bici dejando todo en su estado original: quitar el óxido, limpiar, pulir, tratar, abrir, engrasar, cerrar, tensar, ajustar, y otro largo etcétera de cosas igual de complejas pero más económicas. En suma, que una vez finalizado el trabajo, la BH Iberia funcionase lo mejor posible.

A continuación os mostramos el estado inicial de la bicicleta:

A primera vista la bici estaba «tan mal» que llegamos a pensar que no íbamos a poder realizar lo presupuestado. Conforme se sucedieron las horas de trabajo el óxido rojizo fue dando paso a la pintura negra original, al acero vivo  y a los cromados. Las roscas estaban en buen estado por lo que las cazoletas y  los conos se movían sin mayor problema. Colocamos rodamientos, chavetas, cadena y zapatas de freno nuevas. El resto eran piezas originales de la bici. Hasta el piñon resultó ser Beistegui Hermanos, y es que las casas de bicicletas antiguamente contaban con todos los componentes y accesorios propios para montar las bicis que tenían en venta.

Los fileteados originales estaban pintados en color dorado. No tuvimos mayor problema en repasarlos y el resultado fue considerable. El cuadro había perdido parte de la pintura, pero repasar esos dorados en los guardabarros y racores le dió un toque de aire fresco.

Ramón trajo consigo el sillín BH original de la bici. Estaba sucio y cuarteado. Despues de quitarle el oxido a los railes y muelles, lo limpiamos y le dimos un tratamiento para hidratarlo. Frotando con el trapo cual «limpiabotas» conseguimos que volviera a brillar.

Las ruedas estaban realmente oxidadas, pero aguantaban más o menos centradas y con poco juego en los bujes. Los radios seguían fuertes. Las fosilizadas cubiertas las tuvimos que quitar con cizalla, porque no había manera de hacer palanca con el desmontable. Después de una hora de cepillo, puas de metal y lanilla de aluminio, ya teníamos unas ruedas funcionales.

Algo importante para terminar bien el trabajo fue el ajuste de los frenos de varillas. Las tuercas, prisioneros, muelles y varillas se encontraban en buen estado, por lo que al final la bici pudo moverse y frenar como se esperaba.

Aquí os dejamos fotografías del trabajo terminado:

Y para los más curiosos, si quereis introduciros en el mundo de la restauración de bicicletas podeis encontrar casi toda la información en internet. Un buen ejemplo de blog es «ciclorustic» donde, entre otros proyectos, aparece la restauración en profundidad de otra BH Iberia. Aqui podeís echarle un ojo: https://ciclorustic.wordpress.com/2014/03/05/bh-iberia-1943/

Esperamos que os haya gustado

Salud y buen pedal!