Jardines del Monasterio es un espacio situado en Santa Fé (Cadrete, Zaragoza) para celebración de bodas todo el año. Una finca con mucho encanto y atención a todos los detalles, donde no podían resistirse a tener una bicicleta para decoración y photocall.
Ellos tenían una vieja Gazelle holandesa de paseo, que a pesar de estar en desuso desde hacía mucho tiempo y con bastante óxido, tenía unas líneas y detalles que la podían hacer la bicicleta ideal tras un buen lavado de cara.
Cambiando por completo el tono de color, del verde oscuro original a un blanco limpio, la bicicleta ya parece otra. Se desoxidaron y pulieron los metales y las ruedas, para que brillaran como el primer día, y poder así mantener los elementos característicos de esta bicicleta holadesa que la hacen especial, como la rueda trasera con freno a contrapedal en el buje, o el manillar de paseo. El cubrecadenas original tan aparatoso, de lona de color verde, se susituyó por uno metálico, y se combinó el color blanco de la bicicleta con tonos negros en los neumáticos, puños y sillín. Dos tonos, el blanco y el negro, que nunca desentonan en una boda.
Para rematar el trabajo, conseguimos un juego de calcas de la marca original Gazelle, en tonos negro, dorado y rojo que rompen un poco la sobriedad de una bicicleta tan limpia, a la altura de un espacio tan elegante como Jardines del Monasterio.