Esta era la bicicleta del tío de Belén y con la que le gustaba llevar de paseo a su sobrina. Eran los años sesenta en La Almunia de Doña Godina y Belén esperaba a su tío en la puerta de casa cuando sabía que ya estaba apunto de volver de labrar el campo, con su inseparable bici, para dar una vuelta juntos, ella subida a la parrilla trasera.
Hace unos meses el tío de Belén falleció después de un tiempo enfermo y en la cama. Incluso en sus últimos momentos, de lo que más se acordaba era de su bici, la bici que le había acompañado desde que la compró en 1965 y que nunca cambió por otra. Belén heredó el afecto que tenía su tío por su bici y decidió restaurarla para poder volver a usarla.
Cuando se trata de restaurar bicicletas antiguas, nosotros solemos hablar de dos opciones: a) devolverla a su estado original, como si recién saliera de fábrica, pintando y cromando componentes, o b) pulir y tratar pintura y metales, sin pintar ni alterar su estado, excepto desoxidar y abrillantar. Siempre, en cualquiera de las opciones, tratando de mantener los componentes originales o sustituyéndolos por otros de misma época o similar.
En el caso de esta restauración, Belén eligió la opción A, para que la bicicleta volviera a nacer por completo. Como la quiere seguir usando por La Almunia, nos decantamos por poner un juego de ruedas para varillas nuevas, para que aparte de que brillaran como el resto de la bici, pudiéramos conseguir una frenada buena. El sillín y portaherramientas originales los encontramos de segunda mano, y aunque el cuero tiene un pequeño roto, le hace justicia a la bicicleta. El faro delantero lo sustituímos por uno BH en perfecto estado que se instala en el guardabarros delantero, y también le instalamos uno trasero conectado con la dinamo, para que tuviera iluminación delantera y trasera, algo que de origen no traía.
Trabajos así llevan su tiempo, pero con paciencia y materiales de calidad, se consiguen resultados como el de esta bicicleta. Parece que acaba de nacer cinco décadas después. Belén, que nos conoció por internet buscando talleres de bicicletas especializados en trabajos de este estilo, ha quedado muy contenta con el resultado y está segura de que le va a dar el uso que se merece. Además, nos va a donar un par de bicicletas para nuestro proyecto de Bicicletas Palmira, ¡por lo que nosotros quedamos doblemente contentos!