Antes, allá por los 50 y 60, algunas bicicletas de paseo venían montadas con unos preciosos puños de madera.

Hoy en día es complicado encontrar este tipo de puños originales a la venta, y a veces su precio es demasiado elevado. Por eso, a no ser que estén muy rotos, con un poco de paciencia se pueden restaurar para que queden como el primer día.

En el caso de estos puños, que venían montados en una BH Especial de mujer, por el paso de los años estaban bastante deteriorados. No solo la madera se había podrido, si no que tenían algunas grietas y además tenían algunas manchas de pintura.

Lo primero fue aplicarle masilla para madera a esas grietas. Una vez seca, en un par de horas, se procedió a lijar a conciencia cada puño con papel de lija, para quitar la madera podrida y los restos de pintura.

 

Por último, se le aplicó un barniz incoloro.

 

¡Y este es el resultado, unos puños originales como nuevos!